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¿Qué es y para qué sirve el Ácido Hialurónico?



El ácido hialurónico es un gran aliado para el cuidado de nuestra piel. Tiene un increíble poder hidratante y gran capacidad para borrar las arrugas de tu rostro y sus propiedades luchan contra la pérdida de volumen, además de contar con más beneficios de los que piensas.


Se encuentra de forma natural en el cuerpo humano, principalmente en la piel, el humor vítreo, el líquido sinovial o los cartílagos.


Si estás pensando en someterte a algún tratamiento con ácido hialurónico, a continuación te diré lo qué es y los principales usos que tiene para mantener nuestra piel rejuvenecida e hidratada.


¿Qué es el Ácido Hialurónico?


El ácido hialurónico es un componente presente de forma natural en nuestras articulaciones, nuestros cartílagos y nuestra piel. En efecto, pertenece al colágeno que se encuentra en nuestra piel. Ayuda a mantenerla hidratada. Sin embargo, debido al paso de los años, la presencia de esta sustancia va disminuyendo considerablemente.


Su principal característica es su capacidad para atraer y retener agua, por lo que tiene una función humectante para la piel y la mantiene firme. Además, funciona como lubricante de las articulaciones e interviene en el mantenimiento de la elasticidad y el tono de los tejidos.


Alrededor del 50% de ácido hialurónico que hay en nuestro cuerpo está en la piel, constituyendo un papel fundamental en la hidratación y regeneración de ésta. De ahí que tenga numerosas propiedades en el campo de la belleza y la estética y sea definido como un gran aliado antienvejecimiento. Además, está demostrado que tiene un alto poder estimulador sobre la creación de colágeno nuevo, proporcionando así una mayor firmeza.


En ese caso, si lo tenemos ya en la piel y tiene función antiedad, ¿por qué ésta envejece? El problema radica en el descenso de producción de ácido hialurónico que sufre nuestra piel con el paso de los años. En torno a los 35 años nuestra piel empieza a cambiar a causa de esa menor cantidad de ácido, lo que provoca una pérdida de hidratación en la dermis y, como consecuencia, la pérdida de firmeza y la aparición de arrugas.


¿Para qué sirve el ácido hialurónico?


1. Hidrata

Gracias a su capacidad de absorción es un poderoso ingrediente hidratante. Absorbe 1.000 veces su peso en agua, lo que se traduce en un increíble poder hidratante. Las moléculas de este ácido, literalmente, se introducen en los surcos de la piel, capturan el agua y se hinchan, de ahí su efecto “relleno inmediato de arrugas”. Además, estimula la producción de colágeno, los procesos de cicatrización y la renovación celular. Ayuda a que esta hidratación se mantenga, por lo que su efecto es aún mayor. ¡Una piel joven es una piel hidratada!


2. Ayuda a la creación de colágeno

Promueve la creación del colágeno que sostiene nuestra piel y la mantiene más firme.


3. Rejuvenece la piel

En el envejecimiento de la piel hay una pérdida significativa de hidratación, siendo el ácido hialurónico la principal molécula involucrada en ello. Por lo tanto, el ácido hialurónico nos sirve para aportar hidratación y elasticidad a la piel y así mejorar su aspecto.


Nuestro cuerpo produce el ácido hialurónico y la mitad va a la piel. El resto, en el humor vítreo y el tejido conjuntivo. La mala noticia es que se elimina cada tres días, por lo que el organismo tiene que estar funcionando a toda máquina para reemplazar el que desaparece.


A partir de los 25 años la producción hialurónica empieza a flaquear. A los 35 años ya solo tenemos un 65% y a los 60 no queda más que entre un 20% y un 10%. Eso significa arrugas, pérdida de volumen y menos luminosidad en el rostro.


4. Reduce las arrugas

Rellena nuestra piel y le da volumen, lo que ayuda a reducir las arrugas. Mejora la tersura y luminosidad de la piel, corrigiendo los primeros signos del envejecimiento cutáneo y manteniendo nuestra piel joven de forma duradera.


El ácido hialurónico se recomienda especialmente para las arrugas del rostro en:


  • Contorno y comisura de los labios.

  • Volumen labial y facial (pómulos).

  • Arrugas labiales o peribucales (alrededor de la boca).

  • Surcos nasogenianos (líneas de expresión a ambos lados de la nariz y la boca).

  • Patas de gallo.​


¿Dónde podemos encontrarlo?


Gracias al ácido hialurónico, la piel se mantiene joven y elástica, por lo que si se quiere hacer frente al paso del tiempo y ayudar a la piel a suplir la carencia de esta sustancia, existen varias vías que pueden ser útiles para lucir resplandeciente.


1. Como un componente de cremas para la piel

El ácido hialurónico mejora el estado de la piel, devolviéndole la hidratación y alisando visiblemente las arrugas.


Cada vez es más frecuente que la gente busque este ingrediente en los productos que compran para su cuidado facial, por ello las firmas han ido incluyéndolo en sus líneas de cosméticos. De esta manera, nos podemos beneficiar de forma sencilla con estos tratamientos, que aportan hidratación y mejoran la apariencia de nuestra piel reduciendo las pequeñas arrugas y líneas de expresión. Lógicamente, estos cosméticos no hacen milagros y los efectos no serán inmediatos, a diferencia de lo que ocurre con las infiltraciones. A pesar de ser algo más lento, juega a su favor que es sencillo, económico y nada agresivo para los diferentes tipos de piel.


2. En complementos alimenticios (comprimidos)

Si buscamos regenerar los cartílagos y fomentar la producción de colágeno, podemos confiar en el ácido hialurónico. Al ser digerido ayuda a mejorar el envejecimiento general y no sólo el de la piel en la que se aplica.


Esto lo podemos lograr a través de comprimidos, cuya función es ayudar a nuestro cuerpo a generar ácido hialurónico. Así se estimula la formación de colágeno y se evita el desgaste de los cartílagos. La toma de éstos tiene un mayor efecto que la aplicación superficial de cremas, siempre y cuando se sea constante. Los comprimidos en general tienen como finalidad alisar y rellenar la piel desde el interior, mejorando el aspecto de las líneas de expresión y las arrugas, ya que el organismo se beneficia de las propiedades del ácido tanto interior como exteriormente.


3. En forma de inyecciones

En el caso de querer efectos inmediatos, se puede recurrir a la medicina estética ya sea para tratar problemas de articulaciones o como parte de tratamientos de belleza.


En este ámbito, lo más común son las inyecciones de ácido hialurónico por su eficacia y sus mínimos riesgos. Una vez se inyecta, se crea una estructura bajo la piel creando una especie de malla que da como resultado una mayor captación de agua y la atenuación o eliminación de arrugas. En forma de filler alisa la piel y rellena las áreas en las que se inyecta (labios, ojeras, pómulos, arrugas…) y atrae moléculas de agua para promover la hidratación. En definitiva, se consigue una piel tersa, luminosa y con mayor elasticidad.


Cuando se utiliza como tratamiento en las articulaciones, acelera el proceso de curación (por ejemplo, uno de sus usos más frecuentes es en pacientes con artrosis de rodilla).


Recuerda que solo los médicos pueden aplicar esta sustancia a través de inyecciones. Tu salud es lo primero, la belleza viene después.

4. Láser


En los últimos años se ha extendido otra forma para beneficiarse de esta sustancia tan preciada. En algunos centros, en vez de infiltraciones se realiza una aplicación superficial del ácido hialurónico mediante el uso de un láser atérmico. De esta forma, se estimula el proceso natural de rejuvenecimiento de la piel y se mejora la luminosidad y porosidad de ésta, además de alisar las arrugas. La ventaja de este método es que al trabajar superficialmente se evita cualquier tipo de irritación o inflamación en la piel.


Como verás la clave del éxito del ácido hialurónico en este ámbito recae en las ventajas que tiene respecto a otros tratamientos: buenos resultados, efectos inmediatos con una sola sesión, fiabilidad por ser un producto testado y sus no contraindicaciones al ser una sustancia que el cuerpo tiene de por sí, por lo que la reconoce y no la rechaza.


El ácido hialurónico tiene múltiples ventajas, sin embargo, los beneficios del ácido hialurónico no están restringidos a la piel. También el cabello puede beneficiarse de él pues rejuvenece la fibra capilar y, por tanto, se consigue todo lo que alguien podría desear para lucir un cabello sano: nutrición, brillo, hidratación, suavidad y control del encrespamiento.


Está claro que la fama del ácido hialurónico no es casual. Sus beneficios lo han hecho triunfar en el mundo de la belleza y lo han convertido en un elemento clave para lucir una piel sana e hidratada.


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